La nueva obra de Banksy y la hipocresía de los medios según quién haga el graffiti

El mundo del graffiti, como el mundo del arte, siempre se ha visto envuelto en la total controversia. Mientras que la gran mayoría de la sociedad tiene una imagen negativa y contraria a este tipo de arte urbano, otros nos empeñamos en defenderlo a capa y espada como lo que creemos que es: La forma artística más innata e interiormente primitiva del ser humano.

Desde tiempos inmemoriales, antes de las grandes religiones e incluso de los primeros atisbos de la conciencia del "ser", el hombre se ha empeñado en expresarse mediante el arte, reflejando sus inquietudes y sus miedos, sus rabias y sus problemas. Así, entre las primeras manifestaciones, nos encontramos con los primeros graffitis de la historia; las pinturas rupestres. Y es que estas manifestaciones artísticas guardan más relación con el arte urbano de lo que podéis imaginar.

Un claro ejemplo es la Cueva de las Manos en Argentina, en la que numerosas improntas de estas siluetas se enmarcan en los muros de la cavidad con un único fin: La representación ególatra del "yo". Los que hemos quemado los botes contra los muros sabemos que uno de los propósitos del graffiti es la exaltación artística de nosotros mismos en busca de reconocimiento, algo que encuadra perfectamente con el ejemplo paleolítico citado.

Con el desarrollo de la pintura primitiva pasa lo mismo que con el del graffiti: Aumentan los propósitos de las creaciones. De pintar manos se pasa a pintar animales (como reclamo a los dioses para el augurio de la buena caza) y en el graffiti se pasa del simple bombing de tags ególatras a crear obras con sentido crítico o expresivo. Uno de estos artistas críticos, y por que no decirlo, el más notorio es Banksy. Un graffitero que ha conseguido algo muy difícil en una sociedad que persigue el tipo de arte que hace: ser aceptado y admirado por todos, algo que dice mucho de su obra, pero también nos habla de la hipocresía occidental.

Existen precedentes al artista británico, como artistas urbanos de la década de los 80 del nivel de Basquiat o Keith Haring, quienes fueron los primeros en pasar del muro a las galerías con unas obras que, precisamente, guardaban muchas similitudes estéticas con el arte paleolítico y que eran aceptadas por toda la sociedad. Sin embargo el caso de Banksy es distinto, ya que él siempre se ha mantenido en el anonimato mientras hacía obras de una profundidad crítica brutal. Obras que no buscaban ningún tipo de beneficio económico, aunque en algunos casos lo lograsen. En definitiva obras que le han hecho tocar el cielo en el mundo del arte.

Basquiat dibujándole a Haring su famosa corona.

Pero... ¿Que pasa con otros grafiteros de igual o mejor calidad hoy en día? Pues muy sencillo, que no son Banksy, no molan, hay que borrar ese estúpido mural. Un claro ejemplo de esto es lo ocurrido en Brasil hace unos meses donde se borraba por orden del ayuntamiento el graffiti más grande de Latinoamérica, para dejar un enorme y frió muro gris carente de alma:

En contraposición, hace también unos meses, una pieza de Banksy aparecía de la noche a la mañana en una escuela y enseguida hacia saltar la admiración mundial y también la del personal del centro, quienes confirmaron que protegerían la pintura... 

Esto sucede cada vez que aparece un graffiti nuevo de este artista, y solamente con este artista. Su última obra ya está siendo hipócritamente admirada por los mismos medios que luego critican a los demás artistas urbanos. Medios conservadores como El Mundo se hacen eco de la noticia, donde en esta ocasión el artista refleja el Brexit, mediante una pintura en su linea, directa y eficaz.

Y yo me pregunto... ¿Banksy merece tanta aceptación y repercusión mediática? Claro que sí, sería un necio si negase lo anterior, pero ¿Porqué él si y el resto no? ... Hipocresía, con solo una palabra logras definirlo.

No hay que olvidar que el arte es subjetivo y vive en los ojos del que mira (galería):

Paulo Ito

Revok, un artista que sufrió la cárcel por pintar...

Suso33 explicándo muy bien la hipocresía entorno al graffiti.

Smug

Inca

Pichi & Avo