viernes. 26.04.2024

Alberto Gambino vuelve a escena tras seis años con su nuevo disco Chancletas. El valenciano vuelve a traer el buen rollo y el humor sin pelos en la lengua a la escena, en un disco fresco y que suena a verano pese a salir en pleno otoño. 

Una figura clásica en el panorama, y eternamente recordado por su single Purpurina, Gambino vuelve actualizado con un disco que sacará sonrisas en más de un oyente. Con motivo de este lanzamiento, hemos podido charlar con el y básicamente pasar un buen rato lleno de bromas. 

Hablamos con Alberto Gambino sobre la explicitud en la música, sobre actualizarse y evolucionar y sobre vivir con positivismo. 

Portada de Chancletas
Portada de Chancletas

P – Antes de arrancar con lo que es el disco en sí, necesito decírtelo: Me ha pegado un golpe de nostalgia brutal escucharlo. Me suena mucho al rap de antes, con todo lo bueno que puede significar esa frase.

Me pregunto si es intencionado este disco con ese sonido tan “retro”.

A Gambino – A propósito, no ha sido. Porque mi intención era evolucionar un poco a nivel de sonido. Pero claro, llevo tanto tiempo haciendo lo mismo, haciendo música, que al final eres de lo que has mamado. Es difícil separarse de eso.

Aun así, he intentado modernizarlo un poco no sonar exactamente como en el 2010. Pero sí que es verdad que la esencia está ahí y tampoco voy a hacer cosas que no me suenen bien. Dentro de mi zona de confort siempre voy al mismo rollo, al mismo estilo, carácter e interpretación.

Es una amalgama de todo, creo que es algo de lo que no se puede huir.

Y me alegro de que hayas hecho ese flashback en realidad (Risas).

P – Bueno, le ha pasado lo mismo a todo el equipo, creo que será algo general que le pase a más de una persona.

Ahora que comentabas que habías actualizado el sonido, sí que es verdad que esta sensación me la generan las letras, las temáticas, el tono. Pero a nivel de producción sí que me suena más actual.

A Gambino – Si un poco más acorde ¿No? Dentro de lo que estamos acostumbrados.

Esto también ha sido no solo por querer sonar así. También pasa que la manera de trabajar evoluciona y al fin y al cabo acabas yendo un poco hacia eso. Todos seguimos una corriente y vamos más o menos arrastrados por cómo va evolucionando la música.

Al fin y al cabo, estamos todos en el mismo camino.

P – Por supuesto es algo natural. Estoy totalmente de acuerdo contigo.

Pero me ha gustado mucho que me genere ese pequeño contraste entre la parte musical y ese flashback de las letras. Genera una sensación curiosa y muy guay. De que tiene una parte que está dentro de mi zona de confort de sonido (Risas).

He visto que estás muy implicado en el proceso de producción. Hay varios productores y un coproductor, Beat boy.

A Gambino – Excepto una canción todo el disco lo he producido yo. Beat boy me ha ayudado en la coproducción porque sí que a nivel de percepción el hecho de producir, escribir e interpretar y grabar un disco una sola persona, hace que necesites un apoyo de otro oído.

Él ha pulido los beats y los ha mejorado en base al concepto que yo tenía.

P – Pero vaya, has tenido un control muy alto de lo que es la totalidad del trabajo.

A Gambino – Si, lo tengo totalmente. Incluso el arte, el diseño, varios de los videos ... Todo lo hago yo. Porque me gusta. Soy muy creativo y me gusta implicarme, aunque luego tenga que delegar por cuestión de tiempo.

Me gustaría tener suficiente tiempo para desarrollar todas las ideas que tengo. Quién mejor que yo para saber la imagen o el sonido que quiero darles a esas ideas.

P – ¿Y los temas con productores externos? Porque he visto que un tema por ejemplo lo produce Gareta. ¿Ahí también has trabajado con ellos para mantener el control sobre ese sonido o ha sido algún tipo de colaboración a nivel de producción?

A Gambino – En ese caso concreto sí que ha sido una colaboración.

Estuve con varios productores antes de meterme en el disco, buscando el sonido. Algo que me motivase. Una nueva manera de poder afrontarlo, no escuchar los beats y que fuesen “temas para el Gambino de 2010”.

Entonces hice todo lo contrario, busqué a ver que estaban haciendo, que es lo que hace la gente joven. Sobre todo, a nivel de producción.

Con Pablo hicimos dos temas, uno que está incluido y otro que saldrá más adelante. Ese tema fue el que me hizo clic para decir “Puedo tirar por aquí y no hacer lo mismo que llevo haciendo todo este tiempo”.

Yo a nivel personal si no pierdo un poco esa motivación de decir “Estoy haciendo un tema guapo que quiero llevar adelante”. Eso es lo que buscaba. Pablo me enseño beats, él ya me había escuchado y sabía perfectamente lo que me quería enseñar. Y todo era moderno, actualizado.

Ahí pensé “Esto tiene que ser así”. No puede ser lo de siempre. Aunque se vea ese reflejo del pasado.

P – Bueno, pero es un punto lógico. Quiero decir, a no ser que hagas un cambio brutal de sonido, normalmente el avance siempre se sostiene sobre una base previa. Suelen ser pequeños pasos.

A Gambino – Además a mí me apetecía, porque piensa que cuando yo hacía en el 2010 ese tipo de canciones la gente del Hip-Hop más ortodoxo decía que no era rap, parecía que no se podía hacer eso en una canción.

Y ahora doce o trece años después se puede hacer eso y más. Es más, si haces lo que se hacía de aquella no estás en la onda.

Pues ahora que se puede y tengo todas las herramientas, pues vamos. Al fin y al cabo, creo que es eso, evolucionar con la música.

P – Si la verdad es que ahora mismo el panorama tiene hueco para todo, porque se mantiene el boom bap más pureta, pero hay espacio para la experimentación y la mezcla de géneros. Creo que en ese sentido hemos ganado muchísimo.

A Gambino – Y sobre todo hay mucha gente joven haciendo el boom bap, y con renombre. Que lo petan. Eso es brutal. Porque en realidad la música no caduca, lo que caduca es el discurso, las generaciones, y mola que se mantenga viva.

Como consumidor de rap, mola que gente joven haga boom bap y siga teniendo tanta repercusión.

P – Nosotros lo vemos en la web, la diferencia generacional. Al ir incluyendo toda esta gente joven, los nuevos sonidos que hay, etc, nos encontramos con mensajes de “Ahora compartís cosas que no son rap”. A ver ... no. Compartimos de todo, hay gente que ha probado otros caminos.

Lo bonito es que tengamos este panorama tan variado y rico precisamente. Un sonido no entierra al otro, hay hueco para todo.

A Gambino – Y además tu piénsalo, la gente joven mejora. Tienen mejores herramientas que nosotros. Es otro concepto, pero mejoran el sonido, el estilo ... Un chaval con 20 años te puede hacer una instrumental que flipas. Hace diez años eso no era planteable.

Da miedo. Pero es guay.

P – Y además se asientan sobre toda la experiencia que habéis generado vosotros.

A Gambino – ¡Claro! Es que muchas veces a mi generación se nos olvida porqué hacíamos esta música. Siempre hemos cuidado el rap y todas esas leyes, por mejorar la música, llegar a más sitios, más oyentes.

Ahora que se ha masificado pues ... Es genial, es hacia donde queríamos ir. Y a mí me parece maravilloso.

P – Me gusta mucho este mensaje, gracias por compartirlo.

A Gambino – Es que al final la magia de hacer música y escucharla está por encima de todos los rollos que se llevan ahora de la imagen. En eso sí que se han perdido muchas cosas, que por ser antiguo lo echas de menos, como poder escuchar un disco entero o no tener referencias visuales de un artista. Esas cosas tenían magia.

Pero, vaya somos nostálgicos (Risas).

P – De hecho, te quería preguntar por eso. Has estado seis años sin sacar un disco, quería saber si veías algún cambio brusco a la hora de cómo se trabaja en la música. Creo que en los últimos años ha cambiado mucho la dinámica.

A Gambino – Todo. El cambio es total. La manera de hacer las cosas. Todo.

Hay cosas que no cambian a la hora de hacer una canción. Pero porque son intrínsecas. Pero todo lo demás es diferente.

A la hora de trabajar con la gente ahora mismo puedes colaborar sin llegarles a conocer. Eso en mi época no era así. Era impensable, hay gente como Zatu que te dice que no colaborará con una persona con la que no pueda tener la comunión de un estudio.

Ahora todo se hace más frío, pero también más cómodo. Porque a mí también me resulta más fácil no tener que irme a Madrid a grabar cuando trabajo con alguien de allí, cuando puedo trabajar desde Valencia cómoda y rápidamente.

Pero reunirte tiene un carácter social, juntarte para crear, que es primordial. Mágico. Por ejemplo, con Bejo podíamos haberlo hecho así, estaba muy complicado, pero al final nos esforzamos los dos por poder tener un día de estudio, escribir y sacar la letra.

Porque si no, le conozco pero no he entrado en esa simbiosis con él. Lo que yo me llevo con más alegría de toda esta m***** es la gente que he conocido y lo que he compartido. El poder estar hablando horas con un productor. Eso es aprender y enriquecerse.

P – Quería pasar ya a las temáticas del disco. Y de hecho me hablabas de Bejo y una de las cosas que me flipan de tu sonido es que es muy desenfadado. Hay crítica, pero con humor. Mucho humor.

Hay artistas como Bejo que suenan así, pero yo tengo la impresión de que el panorama actual es en general muy duro, muy agresivo. Echo en falta este tono más desenfadado, de música divertida.

No sé si tu valorarías esto igual y crees que hace falta un poco más de cachondeo en el panorama.

A Gambino – A ver yo es que no lo concibo de otra manera. Supongo que será por mi carácter o por como soy.

Yo también lo veo esto, ahora todo el mundo está más irritable. Supongo que son épocas, generaciones. Pero luego también tiene que haber de todo. Habrá diez artistas con esta actitud más agresiva y de esos diez habrá uno que tenga ese rollo más desenfadado.

Piensa que años atrás pasaba lo mismo. Todos tenían un foco en este rollo super rapero, más agresivo ... No sé creo que va por épocas.

Por eso mismo quise colaborar con Bejo, por que veía que la energía es la misma. Él tiene otro estilo, pero la energía es igual.

Y como te decía, no puedo concebir la crítica sin humor. Yo no soy una persona muy agresiva, ni muy gánster, pero he vivido en el mismo barrio que todos, he visto lo mismo, he robado, me han robado, todas esas mierdas.

Pero tal vez yo por mi carácter, educación o por donde vivo que me está dando el sol todo el rato en la cabeza (Risas) lo veo todo desde un filtro más cachondo. Cuando hago una canción más seria, a medida que la voy trabajando me gusta menos.

A mí me gusta escucharme y pensar “¿Cómo se me ha podido ocurrir esta m***** nano?  (Risas). Creo que es una cuestión de como ves las cosas. El rollo de cuñao este que llevo y que a mí me trasmitía cuando escuchaba a la Opepé.

Tener varias corrientes es lo grande de la libertad de expresión.

P – Por supuesto, con esto no quería decir que no haya otros artistas que tengan este tono en España, porque claramente está gente como Bejo y los Locoplaya, Cráneo y Lasser ... Hay gente.

Pero yo tuve una temporada en la que me costaba encontrar ese sonido. Costaba encontrar un disco con ese rollo, que te quite una sonrisa. Cuando antes tenías grupos como SFDK con temas muy duros y de repente en medio estaba El Niño Wey.

Por esto quería hablarlo contigo, porque el disco entero en este tono, creo que es muy fresco. Hace falta música de este tipo, que te divierta.

A Gambino – También tenemos que pensar que el rap sobre todo es el reflejo de lo que estamos viviendo, de lo que vive la juventud. Si hay un tanto por ciento de artistas con letras agresivas, es porque es lo que están viviendo y sintiendo esos chavales.

Y luego habrá gente más tronchá, más happy que enfoque los problemas de otra manera.

P – Otro tema que quería tocar contigo porque además lo mencionas en el primer tema del disco y creo que es necesario tocarlo, es la explicitud. Tú mismo das un mensaje de “Si no te gusta, pasa de esto”.

Quería preguntarte si crees que ahora mismo es más difícil hacer música explicita y un miedo a que te cancelen por dar un mensaje muy explícito.

A Gambino – Es un tema muy muy complejo, pero creo que es algo de cada uno ¿Sabes? De hasta donde quieras llegar y de lo que te importe.

A mí que me cancelen, me la suda. Pero porque yo tengo otra focalidad, yo tengo una edad, dos hijos, mis negocios ... Pero vaya sí que es más difícil y creo que en este disco lo he sufrido. Porque he escrito letras que yo mismo he visto que no las podía sacar.

Porque la gente no lo va a entender, aunque a mí me pareciese una rima o una broma muy tonta. Y esa autocensura es lo peor que te puede pasar, porque en realidad eres tú el que tiene que medir hasta donde quieres ir.

A mi ¿Quién me puede decir lo que yo puedo o no puedo meter en mi música? Nadie. A mi entre comillas, mi madre me parió libre. Pero dentro de la red de información y espontaneidad cada vez más grande que hay ahora mismo, todo esto se complica mucho.

Yo creo que cada uno debe tener su punto de vista. Cada uno absorbe y ejecuta las canciones en base a su punto de vista. Todos tenemos el nuestro y todos queremos que sea el válido. Yo he partido desde ahí, y puedo decir lo que quiera. Si me quieres cancelar ya es cosa tuya.

Dentro de las redes, tú no puedes sacar una conclusión de temas tan importantes a raíz de dos tweets y dos palabras cuando son cosas que podrían estar días hablándose, dialogándose ...

A mí me la suda la aceptación social que tengan sobre mi cuando la gente está hablando de libertar a través de un móvil, que todos sabemos que es un aparato que te da la mayor libertad del mundo. Seguro que si (Risas). Es muy contradictorio.

Es imposible poner a todo el mundo de acuerdo, así que hay que ir nadando e ir esquivando la m***** como un ninja. Yo al final del día tengo mis hijos, me río con ellos, y todo lo demás no vale de nada.

P – Quería sacar el tema porque el gran perjudicado de toda la cultura de la cancelación es el humor.

A Gambino – No no, no es el humor, es la propia gente. Porque se está perdiendo el poder simplificar algo, ver las cosas en perspectiva como para poder hacer una broma. ¿Por qué yo no puedo hacer bromas sobre sexo? Si hacer el amor es lo más bonito del mundo c***.

Es muy triste, porque el humor es una herramienta para evolucionar. Si tú tienes una época con problemas, tienes dos opciones. Yo admiro a la gente que les saca punta a los problemas y hace chistes. Eso es que se están superando. Todo esto se lo cargan.

Te van seleccionando el humor que puedes consumir y te van quitando libertad. Cuando tendría que ser lo contrario, tendrías que seleccionar tú lo que te gusta.

Si que es verdad que una frase, una rima, puede significar muchas cosas, y tú le puedes sacar diferentes significados. A mí me pasa, si me paro a pensar en todo lo que se puede sacar de una frase mía me rayo. El lenguaje puede ser muy traicionero dependiendo de cómo lo proceses.

P – Correcto. Quería hablarlo contigo porque creo que eres un artista con un perfil muy guay para hablar de esto, lo veía como muy lógico.

Una última cosa que quería tocar, que se ve en el tema de Recuerdos para tu madre. Lo rápido que va la vida, la sociedad, la música. Una cosa en la que últimamente pensamos bastante es si hoy en día es más difícil hacer música que transcienda.

Que pase lo que te pasó a ti con Purpurina. Hacer un himno.

A Gambino – Hacer himnos hoy en día es imposible porque todo el mundo está intentándolo. Todos los artistas quieren. Y por tanto, se consigue todo lo contrario, se consiguen temas de un día.

Es como intentar hacer una paella, en un McDonals (Risas).

Lo que me pasó con Purpurina yo creo que igual no le vuelve a pasar a nadie. Algo tan analógico, sin clip y sin nada. Pilló también el último coletazo de transición de paradigma musical.

Si todo el mundo intenta hacer un himno, al final todos dejan de serlo.

P – Si todos ponen la misma carne en el asador se iguala todo.

A Gambino – Claro, al final si hay un himno será por otro lado, no desde el mercado comercial. Se desmarcará de todo eso. El chaval que se desmarque de la peña será el que lo haga.

Siempre funciona un poco así, no hay nada matemático en la música. El universo no conspira con la industria musical (Risas).

En números no se puede explicar.

P – Es un punto de vista diferente la verdad, nunca lo había visto de esta forma.

A Gambino – Es que es lo que se ve, la ansiedad por sacar un tema que pegue. Llega el verano y salen 3 millones de canciones, todas iguales.

P – O un viernes cualquiera vaya.

A Gambino – Y eso, lo siento mucho por quien se ofenda, es un síntoma de borreguismo. Claro y duro.

P – Para acabar, me imagino que en cuanto salga el disco lo moverás, bolos, conciertos.

A Gambino – Si, estamos ultimando para hacer algunas fechas.

De todas formas, es un poco ensayo error, metes el palo a ver cuánto cubre. Pero no sé ... mi actitud con el disco es más que yo necesitaba hacerlo. A nivel creativo, musical ¿Cómo va a funcionar, si va a vender? ... no depende de mí.

Yo ya me lo he disfrutado. Ahora la gente si se lo quiere disfrutar, es su gran opción. Su elección.

Yo espero hacerle una buena promo que llegue a todo el mundo, que no dependa de los algoritmos y las IA’s.

Pero vamos, supongo que habrá bolos, porque además el disco está pensado para catarlo en directo, aunque me cueste toser un pulmón (Risas). A ver cómo funciona. En ese aspecto ni lo quiero pensar, una vez el disco está acabado yo me dejo llevar.

Lo único que le digo a la gente, es que si quieren escuchar diez canciones de un señor mayor, cuñao, con chancletas, pues es su sitio. Y si van con un cubatita encima mejor (Risas).

P – ¿Y sabremos pronto de ti o estaremos otros seis años sin música tuya?

A Gambino – A ver el parón que he tenido no ha sido porque no haya estado haciendo música. El disco lo acabé hace un año. Llevo un año preparándolo para la salida. Tomándolo muy tranquilamente, porque yo no tengo prisa.

Yo prefiero hacer las cosas bien a mi edad. Que mis hijos estén orgullosos (Risas). Y precisamente al tener los niños, no tenía tiempo para centrarme en ello. Le debo tiempo a la vida ahora mismo.

Y por último, el parón también ha sido porque hacía falta para compaginarlo todo. Ahora he refocalizado, y creo que ya puedo tener otro ritmo. Esta última etapa trabajaba de otra forma y iba más lento ... Me daba pereza vamos (Risas).

La motivación influye. Si llevo dos años currando quitándole horas a mi familia para sacar un disco y luego no produce lo suficiente para pagarlo, pierdes la motivación. Ya no tienes la misma actitud.

Yo siempre tengo chorradas, canciones, conceptos. No puedo parar, lo necesito. Pero eso a nivel mío, porque si no estoy ansioso. Necesito tener la cabeza ocupada.

Que a la gente joven muchas veces esto se le nota, los problemas de salud mental derivados de que estés obligado a funcionar todo el rato. Es bueno concienciar a la peña de que esto es un problema para ellos. Yo cuando tenía 15 años ni siquiera podía concebir tener una depresión.

Es necesidad de ubicarte cuando eres joven lo favorece, pero a mí me da mucha rabia que los chavales de ahora estén con estos problemas. Y esto es por toda la m***** que nos entra desde la sociedad de que necesitas dinero para vivir.

La gente joven está toda focalizada ahí, todos mirando hacia el mismo lado. Lo que dice el Sho Hai en el último disco, si estás ahora deprimido espérate a tener cuarenta años y tener problemas de adulto. Prepárate mentalmente.

Hay que ir al psicólogo, y mantén la mente ocupada tío.

Buena turra te he pegado (Risas).

P – No, pero es un tema importante, así que para nada.

A Gambino – Bueno y espero no haber herido la sensibilidad de nadie. Pero hay que dejarse de tabúes y chorradas. A mis estas cosas también me pasan, pero al ser más mayor estoy más curtido. A los jóvenes hay que apoyarlos.

P – Es un tema muy recurrente el de la salud mental, y es muy necesario. A mí me parece importante que gente de vuestra generación y que son referentes también toquen estos temas.

Que Sho Hai se haya metido en este mensaje, es importante.

A Gambino – Si además creo que ahora todo el mundo tiene claro que el psicólogo es una herramienta. Yo he ido al psicólogo también. Es útil. No hacen magia, pero te van a ayudar. Y apoyarse en tus colegas, tu pareja, tus padres ... No ser tan individualistas. ¡Hay que f**** más c***! (Risas).

P – Si yo creo que este es el principal problema. Estos problemas derivan de ahí, al final todo el mundo se está mirando el ombligo. Y ya no hay actitud colaborativa. Ya no a nivel social o político, con tus colegas, con tus vecinos.

Esa empatía y esas ganas de ayudar, por ayudar, por nada más.

A Gambino – Voy a decir una brutalidad, pero imagínate lo individualistas que éramos antes, que quedábamos de adolescentes para hacernos pajas. Imagínate (Risas).

En que estaba yo pensando para hacer esto (Risas).

P – Asociacionismo puro y duro (Risas). Como cierre de entrevista es c******* (Risas).

A Gambino - ¡Escuchad mi disco! (Risas).

P – Pues nada tío, me lo he pasado super bien, muchas gracias y mucha suerte con el disco.

A Gambino – Gracias, eso es lo que me llevo yo, porque el Lamborghini no me lo voy a comprar (Risas). Eso es lo que me llevo yo, que lo disfrutéis.

P – Un placer tío, muchas gracias.

A Gambino – Gracias a ti.

Entrevista a Alberto Gambino: "Muchas veces a mi generación se nos olvida por qué...