jueves. 08.05.2025

Estos días se ha celebrado la MET Gala, uno de los certámenes de moda más esperados del año, en el que participan innumerables figuras de la música, el cine, y la jet set a nivel internacional.

Una vez más, la gala del Metropolitano de Nueva York nos ha dejado un largo desfile de vestimentas tan exclusivas como ridículamente caras e incómodas. Muchas de ellas llevadas por algun@s de los raper@s más influyentes actualmente en el panorama global. Un ejemplo más del nivel de popularidad alcanzado por el rap, pero también de como este está adoptando roles sociales vacuos, volviéndose el nuevo pop.

La temática que se quedó en intención

Dejando de lado el extravagante sin sentido que domina la MET Gala, en la cual lo importante parece ser llamar la atención sin reparos, este año ha levantado especialmente ampollas por la temática que dominaba la ceremonia. Este 2025 las vestimentas de la MET giraban en torno al "Dandismo negro". Una corriente basada en los atuendos de la población afroamericana durante la explosión del jazz, que se apropiaron y reinventaron el concepto de dandi. 

La intención de esta temática en pleno auge de la reivindicación de la cultura afroamericana habría sido un punto a favor del MET. De no ser porque muy pocos de los diseñadores participantes son negros. Por tanto, dicha puesta en valor se ha quedado un poco coja, al fomentar una vez más una falsa imagen de reconocimiento y poniendo todo el dinero y prestigio en manos ajenas a dicho contexto cultural. 

¿Qué tiene esto que ver con el rap? 

Ciertamente muy poco. Pero como amantes de este género y de todo lo que ha representado (y creemos que aún representa), nos parece importante señalar que muchos artistas han sido partícipes conscientes de esta "reivindicación" vacía. 

Hemos visto qué artistas como Cardi B, Megan The Stallion, Chance the rapper o Rihanna optaron por vestirse con marcas tradicionales que siempre han jugado al absurdo mundo de la exclusividad de la moda. Marcas que dejaron fuera durante muchísimo tiempo a la gente negra, y que ahora roban y se apropian de sus rasgos culturales. 

Much@s de estos artistas incluso han protagonizado momentos de activismo racial, activismo que ha perdido bastante fundamento ante sus elecciones de la pasada MET Gala. Es cierto que artistas como Burna Boy o Jaden Smith sí que han buscado para esta edición la participación de diseñadores negros como Ruth E. Carter. Pero sus nombres son los menos de un largo listado. 

La perdida de valores y conciencia

Lo hemos dicho varias veces, y la MET Gala 2025 nos hace reafirmarnos en ello. Que el rap se vuelva cada vez más popular, es positivo para todos, artistas y público. No obstante, este auge de popularidad está yendo de la mano con el desarrollo de una actitud muy alejada de lo que representó el género en sus inicios. 

Y con esto no nos referimos a que los artistas tengan que lanzar mensajes sociales obligatoriamente en su música. En muchos casos, un artista se ve más representado por sus actos fuera de los escenarios, que por su propia música. Y los actos de muchas de estas celebridades, ciertamente no casan mucho con el espíritu crítico, reivindicativo y consciente que se supone que es uno de los pilares del género. 

Dejando de lado la absurdidad de la participación de muchos músicos en un evento tan exclusivo y caro como es la MET Gala, esta participación además ha demostrado que la reivindicación de los derechos de la población afroamericana (que sigue estando en una clara situación de desventaja frente a la caucásica en USA), no es algo que esté en su agenda. Diaria. No solo eso, sino que se han apropiado de ella, sin que les importe. 

Conclusión: Una batalla perdida

La MET Gala 2025 podía haber sido un evento que contribuyese a la cristalización, al auge de la reivindicación de los derechos y de la cultura afroamericana que hemos visto en los últimos años. Aportar reconocimiento e igualdad a una parte de la sociedad estadounidense que ha sufrido un trato diferencial desde hace siglos. 

Sin embargo, esto no solo no ha sucedido, sino que además hemos de ver como artistas reconocidos, admirados, que gozaban de respeto, han entrado al juego de vestirse como payasos solamente para poder subirse a la rueda de Don Dinero. 

Una pérdida para el género al que representan, que si bien se ha enriquecido con la apertura de público, parece que ve como algunos de sus pilares ideológicos se tambalean duramente. 

MET Gala 2025: El día que el rap traicionó sus raíces
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