sábado. 04.05.2024

Sinéad O’Connor fue una artista que le plantó siempre cara a la industria musical con una voz increíble y un espíritu completamente indomable. Solo el hecho de haberle plantado cara a la Thatcher o haber roto las fotos de Juan Pablo II es suficiente para que sea digna de nuestra admiración. Pero, es que además, también tuvo un papel relevante en que se reconociese el rap como un género musical más. 

Para eso nos tenemos que remontar a hacer 34 años exactamente a la noche del 22 de febrero de 1989, justamente ese día se celebraba la 31ª entrega de los Premios Grammy, una de las galas de premios más importantes. Allí se encontraba nuestra protagonista, una joven irlandesa de 21 años llamada Sinéad O’Connor, que se preparaba para su primera presentación en televisión estadounidense.

Había sido nominada para la Mejor Interpretación Vocal de Rock Femenina y las otras nominadas eran estrellas de la talla de Tina Turner, Pat Benatar y Melissa Etheridge. O’Connor llamó la atención de millones de espectadores con su sorprendente actuación. 

La actuación que lo cambió todo

Está claro que los ejecutivos que estaban presentes no se esperaban la performance de la cantante. Cuando se disponía a interpretar su tema "Mandinka", O’Connor apareció en el escenario, con el cabello casi rapado, luciendo una camiseta de tirantes negra y unos vaqueros bajos rasgados. Su voz clara y penetrante era un claro desafío y una manera de encararse contra lo establecido. Pero, lo que sin duda no paso para nada desapercibido fue el enorme punto de mira pintado en el costado de su cabeza rapada, una imagen impactante, incluso si no se captara inmediatamente la referencia.

Por supuesto, en esta plataforma sabéis de sobra a quién hacía referencia, era el logo de Public Enemy, pero, ¿qué tenía que ver esto con la artista irlandesa? Pues bien, lo hizo por dos motivos, el primero era su propia reivindicación, pues los ejecutivos de su sello discográfico le habían amenazado al quedarse embarazada de su hijo Jake, alegando que ser madre era incompatible con tener una carrera musical. Ella quiso mostrar su paralelismo con el significado del logo de Public Enemy, que simboliza al hombre negro en Estados Unidos, siempre en el punto de mira, tal y como se sentía ella en ese mismo momento.

Pero, había otra segunda razón para llevar precisamente el logo de Public Enemy y era mostrar su solidaridad en ese preciso instante con la banda. Y es que en esa gala, había habido un claro boicot contra la música rap. El fenómeno de la música rap, ya estaba más que consolidado, pero gran parte de los organizadores de los Grammy's lo veían como una simple moda y no querían que formase parte de sus premios.

Pese a todo, la Recording Academy en 1989 decidió dar un premio a la Mejor Interpretación de Rap, sin embargo, decidieron no televisarlo. Si tenéis curiosidad, el premio fue para DJ Jazzy Jeff & The Fresh Prince por su sencillo "Parents Just Don’t Understand". Aun siendo premiados, los propios artistas iniciaron un boicot contra la gala, seguido de otros artistas como Salt-N-Pepa y LL Cool J.

Sinéad O’Connor, un símbolo de resistencia

Sinéad O’Connor no era un talento ordinario. Aquella noche, en los Grammy, dejó claro que estaba dispuesta a desafiar la estrategia de mercadotecnia de su discográfica y a romper los intentos de censura hacia el rap por parte de la Recording Academy. Su álbum debut "The Lion and the Cobra" resultó ser un éxito comercial sorpresa, y su segundo álbum, "I Do Not Want What I Haven’t Got", se convirtió en multiplatino. El videoclip del sencillo principal, "Nothing Compares 2 U", escrito por Prince, se reprodujo constantemente en MTV y O’Connor se convirtió en una celebridad global.

Sin embargo, su ascenso a la fama también trajo un creciente escrutinio y críticas negativas. Siempre fue fiel a sus ideas, incluso cuando estas le costaron un precio muy alto como cuando se negó a tocar el himno nacional antes de un espectáculo en Nueva Jersey, donde le llovieron críticas de la talla de personajes públicos como Frank Sinatra.

Pero O’Connor no se amedrentó y utilizó su plataforma para abogar por la igualdad y contra la censura. En la entrega de los MTV Video Music Awards, arrasó con varios premios y aprovechó su discurso para denunciar la censura y el racismo en la industria musical, especialmente en lo que respecta a la discriminación hacia los artistas negros y el rap. Sinéad O’Connor demostró que no solo era una talentosa cantante, sino una artista con un profundo compromiso social y político.

Si queréis saber un poco más acerca de todo esto os recomendamos el documental "Nothing Compares" de Kathryn Ferguson, que actualmente se exhibe en cines y en Showtime, explora la vida de O’Connor y su valiente lucha contra los prejuicios y la censura en la industria musical. Aunque su carrera tuvo altibajos y controversias, su legado perdura como un recordatorio de la importancia de la libertad de expresión y la lucha por la igualdad en el mundo del entretenimiento.

La autora irlandesa desafió las normas establecidas y puso en evidencia la discriminación que prevalecía en la industria musical y que aun en día podemos ver en muchos países. Su valiente postura en defensa del rap y la lucha contra la censura dejó una marca indeleble en la historia de la música y abrió el camino para futuras generaciones de artistas que luchan por la justicia y la equidad en la música.

Ahora que la artista nos ha dejado, hemos podido ver como Flavor Flav, no se había olvidado de su amiga, que en algún momento uso su logo como símbolo de lucha contra la opresión. El rapero, hablando en nombre de Public Enemy dijo que la noticia le rompió el corazón y a continuación declaró: "Ella era un gran pilar de Public Enemy y una leyenda que nos dejó demasiado pronto. Mis condolencias a su hijo y familia”.

Sinéad O’Connor fue clave para el reconocimiento del rap en la industria musical