Entrevista a Neidos de LDS: "Para mí parte del goce del arte es poder acceder a la obra no solo desde tu libertad de interpretación, si no también desde la posición del artista"

Fotografía de Marc Estivill

Hablamos con Neidos, integrante del famoso grupo Lágrimas de Sangre, sobre su trabajo en solitario: Todo o Nadie.

Neidos, integrante de Lágrimas de Sangre, ha aparecido este año con una propuesta más que interesante sobre la mesa que conforma su nuevo trabajo en solitario. Todo o Nadie es un golpe de frescura en el panorama, un album-serie de rap acompañado de una orquesta sinfónica, una mixtura que hará las delicias de los oyentes más inquietos del género. 

Hablamos con el para profundizar un poco más en los entresijos de este trabajo, explorar sus orígenes y el desarrollo de un disco tan especial. Hablamos con Neidos sobre Todo o Nadie.

P – Has hecho una cosa que me ha reventado esta entrevista (Risa). Y es que has acompañado el lanzamiento del trabajo con una serie de publicaciones en tus redes muy interesante, pero en el que explicas un montón de cosas.

Claro, he tenido que surfear para no meterme en temas que hayas explicado tu ya (Risas). Me gustaría justamente por ello, comenzar hablando sobre este trabajo en RSS.

Lo he visto en más artistas, ese uso divulgativo sobre su música a través de sus redes, explicando la génesis y el proceso ¿Qué te impulsa a ti a hacer esto? Esta explicación y desarrollo en un formato que es totalmente diferente.

Neidos – En mi caso es simplemente una extensión de la propia obra. Cuando uno crea algo y tiene esta necesidad de enseñarla, por la mera ilusión de haberla hecho, poder explicarla de manera complementaria para mi forma parte de esa obra. De ese arte. Lo amplía.

Tenía el tiempo y las ganas. Yo lo haría con todos los proyectos, con este he dado el paso porque es un proyecto más complejo y entiendo que igual requiere que esté más masticado para poder entrar mejor en el mundo.

En realidad, lo que he hecho es como una entrevista. Es lo que me acabas de decir tu de que te he quitado posibles preguntas. En otros discos hemos hecho entrevistas precisamente para eso, para ampliar más información, una entrevista no deja de ser una promoción. Mis publicaciones serían lo mismo. Una auto entrevista, de temas concretos que yo quería explicar.

P – Me parece una iniciativa muy guay, además se nota que hay detrás un trabajo importante. No te has grabado simplemente hablando sobre el disco. Hay un diseño, una unidad estética, incluso una estructura, ya que está en capítulos ... Me ha gustado mucho.

Además de que has dado pie a plantear preguntas mucho más específicas y a tirar de otros hilos de los que no tiraríamos si no estuviese esa información ahí ya.

Precisamente esta construcción tan elaborada sí que me sorprendió mucho. Es la primera vez que veo esa “extensión” directa desde la parte musical a este formato de RSS.

También te preguntaba esto porque, en base a mi experiencia, hay dos grupos de artistas: Los que prefieren que el público se busque la vida a la hora de interpretar su trabajo, y artistas que facilitan esa información.

Me comentabas que tu harías este trabajo “extra” con todos tus lanzamientos, ¿Qué te hace decantarte por ese lado más didáctico? En vez de dejar que el público te explore a su ritmo.

Neidos – Ahí hay un punto que a mí nunca me ha acabado de entrar ... eso que a veces se dice desde el mundo del arte de “Que cada uno lo interprete como quiera” o “El arte es libre”. Este argumento que a veces suena un poco hippie, y con el que lógicamente estoy de acuerdo (cada uno interpreta a su manera), pero a veces puede esconder el “No te digo lo que significa porque no lo sé”.

De alguna forma a veces lo del arte es libre se suele decir para tapar algo. Yo estudié arquitectura, y una de las cosas que me caló de la carrera es que cuando tú tienes un proyecto, tienes que justificar todo. No hacer una habitación triangular porque sí, porque te apetece.

Con la música, que también es un arte, funciona igual, tú tienes que poder justificar tu trabajo si quieres que el mensaje que transmite la obra tenga una coherencia. Todo lo que hago intento que responda a algo. Siempre hay una explicación detrás.

Hay artistas que no explican su obra, pero mantienen esta coherencia interna, pero para mí parte del goce del arte es poder acceder no solo desde tu libertad de “Yo interpreto esto así”, si no también desde la posición en la que el artista hizo esa creación. Sabiendo lo que quería hacer.

Y a partir de ahí preguntarte “¿Tú que más ves?”. Que ves, que el artista no llegó a ver, o de lo que no llegó a ser consciente. El contexto influye en la interpretación. Yo creo que es importante aportar esa pequeña parte explicando como lo he vivido yo.

Y luego ya la gente lo disfrutará a su manera.

 

P – Das una pauta ¿No? A partir de la que cada individuo, con su contexto personal, extrae sus sensaciones. Me parece muy interesante esto.

Pasando al disco en sí, creo que una de las cosas que destacan y de las que debemos hablar obligatoriamente es la orquesta sinfónica. Obviamente porque es algo nuevo, es uno de los puntos innovadores del trabajo.

En estos posts ya explicabas que decidiste abordarla por el sonido, el propio trabajo te lo pedía, pero ¿Tu tenías experiencia previa como compositor antes de decidir esto? Porque esto es un jari, es una salvajada.

Neidos – No, la respuesta corta es no (Risas). Yo había compuesto cosas muy sencillas para guitarra, con los colegas, mezclándolo con el rap. Pero no algo a esta magnitud. Y realmente lo has definido bien: Es un jari.

Y por eso he tardado tanto, unos cuatro años (creo que algo más), porque he tenido que aprender todo esto. Que también es lo que quería. Yo cuando decidí hacer esto, lo hice sabiendo que era una montaña gigante, pero me apetecía escalarla.

Cuando decidí que fuese una orquesta, en vez de samples (que sería otra opción, aunque llevado a este nivel es otro mundo por explorar), no tenía ni idea de componer, pero sabía que al menos tenía atado el el tema del timbre ya que todo sonaría a orquesta sinfónica y no a un mejunje de samples variopintos durante una hora. Ya me solucionaba un problema.

Lo demás ha sido lanzarse a la piscina con ayuda de amigos que saben de composición y horas de Youtube infinitas (Risas). Al final, apoyándome donde he podido, enfrentando los problemas uno a uno, sin prisas y divirtiéndome, ha salido.

La base ha sido esa: Divertirse. A mí me apetecía mucho hacer esto. Si tú tienes esa ilusión lo demás son cosas que vas a ir flanqueando. Si no llego a ningún puerto, no pasa nada porque al menos he aprendido por el camino. Y al final tengo un disco, pero podía ser que no.

Y lo tengo sabiendo que esto lo escucha alguien que de verdad sepa componer, o que tenga estudios de música, y pensará “Vaya novato”. Claro. Lógico. Pero para mí la gracia es que lo estoy mezclando con rap, es el contexto de mezcla, no la propia obra sinfónica en sí. Tiene que acompañar al rap, no ser la protagonista.

P – Es que cuando repasaba todos estos posts, me quedaba claro que habías hecho instrumentales, que algo de experiencia con instrumentos debías tener, pero no me quedaba claro hasta qué punto había sido un proceso desde cero.

Y claro, para mí esto es uno de los pilares que le da valor al trabajo, que es un proceso de aprendizaje brutal. Me parecía importante resaltarlo en la entrevista.

Neidos – De hecho, yo el primer día que puse la primera nota, sin saber lo que era un acorde disminuido (por ejemplo) me empecé a preguntar: ¿Esto suena raro? ¿Qué tipos de acordes hay? Es como que primero te enfrentas a lo desconocido, y a partir de ahí buscas.

Estos últimos años han sido los que más veces he ido a un auditorio (Risas). Yo no iba a un concierto de música clásica desde que era pequeño. En parte por esta conciencia de que la música clásica es para una élite. Que es mentira. Es más cara porque hay más gente en el escenario a la que pagarle (Risas).

Este proceso fue como una bola de nieve: Empecé a ir a conciertos, a aprender de lo que veía, a motivarme para seguir. Ha sido un proceso bonito y que disfruté.

P – Por lo que veo ya no es que haya sido un proyecto personal, si no casi vital. Muy enriquecedor.

Neidos – Tan completo que como no había necesidad de sacar el disco más que por gusto, todo lo que me apetecía hacer, lo he hecho.

Me he encontrado que, al no saber tocar los instrumentos, no sabía hasta donde podían llegar. Recuerdo por ejemplo que en una sesión en el que forzamos la tuba para que subiese muy agudo, y era imposible de tocar. Este es un error de novato, en la música compuesta virtualmente los instrumentos llegan a cualquier nota, pero en la realidad tienen sus capacidades.

P – Pero precisamente esta es la riqueza ¿No? Relacionar dos géneros musicales que de normal no se darían la mano de ninguna manera. Es lo que comentaste antes, tiene un valor implícito de riesgo, más allá de la complejidad de la composición. El riesgo y el paso hacia delante.

Creo que es muy enriquecedor para el género.

Neidos – Es lo que a mí me motivaba, el darle una vuelta más a lo que se ha hecho en el rap. El motor era este.

P – Has explicado brevemente los géneros que tocas, el punk, el reggae, el ska ... Y comentabas que por ejemplo habías usado elementos del reggaetón en un determinado momento para jugar con el contexto de las letras, las referencias que hacías en ese punto. Como una herramienta.

A mi aquí me surgió la duda, de qué era lo que te ofrecían el punk, el ska y el reggae, para usarlos más repetidamente a lo largo del disco.

Neidos – He tirado mucho del reggae y el punk básicamente por proximidad cultural. Porque los escucho de toda la vida. Es algo más mío, y me siento más cómodo explorándolos, aunque nunca había hecho nada. Me gustan, así que los quería introducir.

Además, es que la idea del disco surge a raíz de un disco de punk, de NOFX. Ha sido un tributo en ese sentido.  Yo lo aplico al rap, pero ha sido el punk el que ha iniciado este camino.

En LDS llevamos un tiempo también jugando con estos géneros. Siempre hemos sido un grupo que ha tirado hacia la parte musical, y específicamente hacia esta parte de la música. Siempre nos ha gustado.

Así que es llevar esto a otro nivel. De hecho, hay momento en los que canto directamente, paso de rapear a cantar.

El caso del reggaetón, lo introduzco en un momento del disco en el que hablo sobre la fiesta. Algunas fiestas consisten en emborracharse y tirarle la caña a todo lo que se mueve (hablo de la fiesta en discoteca) o tomar drogas. Esa cosificación generalizada, incluso del propio cuerpo, puede generar un vacío.

Algunas fiestas no sirven para conectar a la gente. Así que introduzco el reggaetón para acompañar este mensaje que desarrollo en un estribillo, ya que es un género festivo. Pero uso solo el ritmo. Nada más, no suena a reggaetón ni nada más. Lo cojo como elemento de apoyo para simbolizar lo que estoy explicando. No me introduzco en el género, como hago con el reggae o el punk.

Esto mismo lo hago también con la bossa-nova.

P – Entiendo. Esto es algo que deriva también del haber introducido la orquesta ¿No? La parte musical gana en matices, te puedes permitir este tipo de detalles, este tipo de experimentos. Introducir matices que apoyen el discurso.

Hay tantos instrumentos, tantas capas de sonido, que puedes jugar muchísimo dentro de ellas. Y por eso me interesaba saber por qué te inclinabas más hacia el punk y el reggae en concreto.

Neidos – Ya te digo, por proximidad cultural. Te podría decir que la orquesta es más fácil ponerla en una canción de punk que en una de reggaetón. No.

Con el reggae sí que me pasó que no sabía cómo meterlo. Porque es un género que suele tener metales, pero … ¿Cómo metes un fagot? Sin que deje de sonar a reggae. Era difícil introducir ciertos instrumentos sin que se fuese el sonido del reggae.

Todo se volvió más golpeado, más rítmico. Hubo que investigar bastante.

P – Este proceso de adaptación me parece muy interesante porque al final tus referencias han sido principalmente NOFX y Extremoduro. Es interesante saber cómo fue el proceso con un género del que no tenías una referencia de como incluirlo.

No había un precedente, una forma.

Saliendo un poco del apartado musical, me gustaría hablar de como fue el proceso de unir ambas partes: La letra y la música. Tal y como lo he entendido yo, ya tenías la letra escrita cuando te pusiste a hacer la sinfonía ¿No?

Neidos – Yo empecé a componer cuando aún estaba con la letra, pero realmente no avanzaba porque estaba aprendiendo. Acabé la letra y la composición no estaba acabada.

Si que empecé más fuerte con la letra, porque es lo que voy a decir y esto sigue siendo rap, es lo principal. Lógicamente, al final, cuando la composición estaba más o menos lista, fui ajustándolo todo.

No es como una roca, se van mezclando ambas cosas.

Fotografía por Marc Estivill

P – Y la otra cosa, es que es una letra muy larga. Al final es una hora sin parón escrita ¿Cómo gestionas esto? No es lo mismo que un tema de 3 minutos.

Neidos – Si lo miras como la letra de un disco, a nivel de cantidad es la misma que en un disco de 16 canciones. Con LDS, escribe más gente y yo no cargo con tanto peso, pero al final ahí ya tenía un precedente.

Para mí la diferencia ha sido la continuidad argumental en la letra, que tiene que ligar entre temas. Lo importante antes de escribir era tener una organización. Debía tener una presentación, un nudo y un desenlace.

Tengo varios esquemas, que me gustaría publicar cuando salga todo el disco, y representar este proceso.

Y representar cosas como la modulación dela armonía, que yo al principio no sabía que era esto, pero básicamente se trata de cómo vas empalmando de una escala a otra, y por qué cambias de escala. Cambiar de escala es como cambiar de contexto de golpe, te permite llegar a otros espacios.

Una canción que va progresando, tiene que cambiar de escala consecutivamente. Lo difícil está en cómo hacerlo de forma progresiva, sin que choque.

Todo esto claro, me lo tuve que plasmar en un esquema para entenderlo, para organizarme. Y todo esto dependía de la letra, la harmonía sube y baja según la fuerza de la letra. Así que primero yo necesitaba tener esta visión general, y luego ir al detalle.

Este proceso sí que me costó porque me gusta mucho ver el árbol, en vez del bosque. Tiendo a centrarme mucho en los detalles, y luego no encajan. Y en este caso me forcé a hacer un esquema general, y a partir de ahí trocearlo, segmentarlo, para trabajar con cada parte en profundidad.

Para segmentarlo seguí esta estructura en “meses”. Si era verano claramente no escribía las partes del invierto, y viceversa.

P – Que guay todo esto, me parece muy didáctico, y además no son el tipo de cosas que se encuentran en una entrevista de rap. Toda la parte musical que has aprendido me refiero, es muy interesante.

¡Nadie me habla de escalas! Estoy aprendiendo un montón yo también (Risas).

Uno de los grandes temas que toca tu disco, porque tú mismo lo mencionas en redes, es lo poco que encaja dentro del formato musical predominante hoy en día: El consumo a través de plataformas, los temas cortos y rápidos, etc.

Tú te has adaptado en cuanto a que lo has segmentado a la hora de subirlo a las plataformas. Me gustaría hablar contigo sobre esto.

Lo primero ¿Por qué arriesgarte con un proyecto de este tipo que no encaja nada con la dinámica actual? Y segundo, ¿Esta segmentación posterior, no sería una concesión a este formato? Porque choca un poco con la concepción original ¿No?

Neidos – Para mí no es una derrota. Tampoco una victoria, pero al menos, una solución.

No podemos negar el mundo en el que vivimos. A mí al principio me rallaba un poco este tema, pero le iba quitando importancia porque lo hacía para pasármelo bien.

Cuando llegó el momento de pensarlo enserio, mis personas más próximas me recomendaron fuertemente cortarlo para que no fuese un problema. Y el corte en realidad, sin quererlo, lo tenía planteado a nivel conceptual. Porque estaba dividido en meses, lo tenía muy fácil.

El problema era más acústicamente. En el disco solo hay un silencio, que sería fin de año hacia mitad del disco. Sería una muerte y una resurrección, acompañada por la música mediante un silencio. En los demás sitios he tenido que buscar puntos donde poder cortar.

Esto hace que cuando le des al play en cualquier tema que no sea el primero o el de después de fin de año, entre un poco loco, pero no había otra forma.

También me gusta que el hecho de que las canciones se terminen de golpe ya que son cortes, te puede llevar a pensar que esto continua en otra canción, y la busques. Es una forma de autopromocionar su continuidad para el que no sabe de que va el disco y pilla una canción suelta por ahí.

Es inevitable que cuando se comparta, la gente les pase a sus amigos el tema o el corte que le ha gustado, y esto hasta cierto punto me parece lógico. Esta industria, esta forma de funcionar de la que tanto nos quejamos, para mí tiene su lógica interna y tiene sus cosas buenas.

Tenemos que pensar que esta industria esta en parte conducida por lo que la gente quiere escuchar y por otra parte por avaricia de quienes quieren sacar rédito de esto. No se puede entender la industria sin una de las dos. Si da más dinero organizar las plataformas de forma que te enganche y te haga echar más horas ahí, y tu como oyente te alineas con esto porque es lo fácil, favoreciendo el escuchar cosas más cortas, estás dejando que la plataforma te eduque como oyente. Y le estás dando la razón a la plataforma, que ha visto que es este sistema el que ha funcionado.

Es una cosa de las dos partes. Quién tiene la responsabilidad real para mi es la plataforma, que es la que está dictando como consumimos la cultura, y no solamente las exigencias del oyente, por que si no estaríamos asumiendo que nos hemos liberado a las reglas del mercado aquello de “es el mercado amigo”, y que no podemos hacer nada en contra.

Me parece que las reglas del mercado no deberían ser válidas, no solamente dentro de la música, si no en todos los aspectos de la vida.

Entonces: La industria existe, y como yo no quiero, ni tengo la energía, para vivir completamente en una isla, porque yo quiero seguir formando parte de la sociedad, necesito mi porcentaje de adaptación. Y a nivel musical se ve en estas cosas: Separar las canciones, pero hacer el truco para que las puedas escuchar de forma continua. He hablado con Spoty, con las plataformas, para asegurarme que si te pones de corrido el disco no haya silencios, no se corte el sonido.

Soy consciente de que la gente lo escuchará por temas, pero la opción de que se puede escuchar entero tal y como está concebido también estará disponible, así que yo estoy cómodo con lo que hay.

P – Es que este disco creo que es un caso muy claro de esta continuidad, de esta vuelta a formatos de escucha más largos, pero también he visto en los últimos años cada vez más artistas que, si bien no se aíslan de la industria por lo que tu muy bien planteabas (Porque además nos olvidamos de que alguien que quiera vivir de la música tiene que pasar si o si un poco por el aro), si que se rebelan un poco contra esta forma de funcionar.

He visto bastantes artistas que se toman pausas largas, para poder volver a esta concepción clásica de un disco, que no entra en esta dinámica de singles constantes. Yo creo que si que veo un poco de cambio en este sentido. Una reticencia desde los propios artistas hacia esta forma de funcionar.

Neidos – Es que hay una cosa que creo que no he comentado, referente a cuando hablamos de esta “música de plástico”, de producción industrial, rápida, barata, fácil, contaminante … tu me comentas que hay artistas que comienzan a ir en contra de esto. Lo veo lógico.

Por que esto lo que hace es cansarte a ti como artista.

Si te planteas hacer una canción cada x días al final te das cuenta de que a pesar de que te metiste a esto porque te gustaba la música, y al final estás echando más horas grabando videoclips, promocionando, llevando el Instagram, y muy pocas horas haciendo música. Y además no te da tiempo a disfrutarlas, porque tienes que cumplir los plazos.

Al final, tienes que sentirte vacío. Yo no lo he hecho esto, pero supongo que tienes que acabar bastante jodido, de “¿Qué estoy haciendo con mi vida?”. Arrastrado por la industria. Del “Hay que hacerlo así” para funcionar.

No me extraña que haya gente que de alguna forma se oponga a esto. Porque acabamos siendo mierda a costa de que la industria funcione ¿Hasta que punto voy a prostituirme? A querer vivir bien económicamente a costa de vivir mal emocionalmente.

Hay que buscar un equilibrio, y entiendo que cada uno lo hace como mejor puede. Luego hay artistas que se les da muy bien esto y que igual no estaban tan en la música por la música en sí, si no más por el show, y se dan cuenta durante el proceso y acaban en la tele (Risas).

Que okey, pero entonces ya no es la música lo principal, es el show bussines. Hay un género dedicado esencialmente a esto que es el trap. El trap sale al escenario a hacer show, no tanto música. En el momento en el que gana la performance, lo que estás haciendo es show. Algo más teatral.

Y no me refiero a teatro como si estuvieses impostando, hablo de una cosa digna. Quiero decir, que tiene más peso la puesta en escena que lo que suena.

No es casualidad que el trap sea lo último que lo ha petado siendo así, porque se alinea perfectamente con el tipo de sociedad que hemos creado, de la escenificación y de ver la forma y no el fondo. El fast food musical del que hablábamos antes. Te lo comes porque sabe bien, pero no te nutre.

Con esto no quiero decir que esté bien o mal, solo es un análisis de la consecuencia a como suceden las cosas. Todo el respeto para los artistas de trap. De hecho, el trabajo del arte es representar lo que sucede en la sociedad, y esto es lo que está haciendo el trap. Todo el respeto.

P – Me ha encantado esta reflexión, hay mucho que rascar en este tema. El trap ha sido estudiado a nivel antropológico y social, y como encaja en nuestra sociedad precisamente por como abraza el contenido audiovisual conformando un todo con la música.

Es un tema que me parece muy interesante.

Fotografía por Marc Stivill

Me queda una sola pregunta: Tu has planteado este disco con la orquesta ¿Te planteas llevar esto a un escenario?

Neidos – Siempre había pensado que esto no lo llevaría al directo porque se me hace una montaña. Por lo obvio: Llevar una orquesta al directo es un follón, son 30 o 40 personas (reduciéndola), logísticamente es una locura.

Pero es que, además, hay que ensayar con toda esa gente, hay que tener un director de orquesta … es un lío que se me hace tan grande que pienso: “Yo he hecho esto para divertirme, y aquí ya no me estoy divirtiendo”.

Si viniese una productora que me propusiese encargarse de todo eso dejándome a mi solo con la parte musical … bueno. Pero ahora mismo llevo tanto tiempo con empujando con este disco, que no tengo energía para meterme en otra aventura así yo solo.

De entrada, no me lo planteo. Pero mientras digo esto, ya me ha contactado una orquesta para ver si querría llevarlo a cabo, y les conté lo mismo que a ti. Así que si hay alguna opción ya se irá viendo. Pero no cuento con ello.

Lo que tengo claro que voy a evitar es el hacer un bolo con las bases. Con una instrumental grabada. Eso sería desvirtuar este trabajo, quitarle la organicidad que es lo que estoy vendiendo. Si lo hago, lo haré llevándolo hasta el final.

P – Okey okey, lo preguntaba porque claro, es un espectáculo que no solemos poder ver en directo. Aunque entiendo desde el minuto uno que a nivel logístico sería durísimo. De ahí la curiosidad.

Neidos – Ya, yo cuando pienso en esto me desborda la emoción, sería brutal. Pero tengo dudas … Ya solo la entrada … ¿Qué precio pones? Tiene que subir, porque hay que pagarle a un montón de gente ¿Cuánta gente está dispuesta a pagarlo? ¿Podría llenar una sala?

Es complejo. Para hacerlo hay que estar muy seguro, y tener en cuenta que puede salirte mal y perder dinero.

Me preocupa también el hecho de que no me aguante la voz una hora cantando. Hay gente que tiene un buen chorro de voz, pero mi constitución no me lo permite.

Había pensado en sondearlo en Instagram, para ver como respira todo. Igual ahí me lo replanteo … pero en principio no, hay demasiadas dudas.

P – Okey. Pues con esto cierro, me ha encantado la entrevista, he aprendido mucho hablando contigo. Un abrazo, y espero que vaya genial con el proyecto, y que tengamos la suerte de verte en directo.

Neidos – Gracias por tus palabras! Ha sido un gusto poder hablar más allá de las típicas preguntas típicas de las entrevistas de los medios. Un abrazo!