viernes. 11.10.2024

Muchas veces, tenemos sentimientos de nostalgia con respecto a tiempos pasados. Es un fenómeno totalmente humano, que busca retrotraernos a momentos que en nuestro recuerdo están idealizados por haber contribuido a formar la persona que somos actualmente. 

Este fenómeno se magnifica con elementos que podemos revisionar, y que apreciamos. Esto pone en el punto de mira fotos, películas y música como principales targets, ya que son algunos de los elementos que mejor solemos recordar y podemos revivir en cualquier momento. 

La música de SDSP Mark en su álbum Calidad y Precio nos genera este efecto.

El sonido que marcó a una generación

Su música nos retrotrae a esa época en que el rap no era tan popular, todo era mucho más sectario, y cuando veías a otra persona que escuchaba rap, os volvíais amigos automáticamente. Teniendo en cuenta que es un artista reciente (todos sus temas se ubican entre el 2019 y el 2021), nos parece muy meritorio conseguir este efecto. 

Este sonido tan "underground" viene en parte de la propia composición de la música de Mark. Los beats juegan un papel muy importante.

Son beats con poco grave, candenciosos, que no se meten a jugar con pausas o elementos dinámicos. En otras palabras, no toman el protagonismo, sino que portean los fraseos. Con estas líneas no pretendemos para nada desmerecerlos, ya que la calidad es brutal y bases como la de SDSPalike con esas trompetas a lo Lechowski son brutales. 

Pero el efecto es que el contenido, las frases, pasan a un primer plano, son el foco de atención. Algo que anteriormente era muy común. La falta de conocimientos musicales, de como funcionaba el circo daba este carácter a los discos de principios de los 2000. Aunque no sea el caso de Mark, se genera un efecto similar a la hora del sonido, lo que nos produce este sentimiento nostálgico al escucharlo. 

Por supuesto, hay elementos que se salen de esta dinámica. Las referencias a las batallas de gallos, que se reiteran a lo largo del álbum, son la primera pista que nos indica que el panorama en el que se enmarcan las letras de Mark no son las de los artistas de inicios de los 2000, así como su bagaje como competidor. 

La calidad de su sonido es otra, ya que pocos artistas de la old school pueden decir que el sonido de sus primeros trabajos tuviese la calidad que tiene Calidad y Precio. Pero vaya, esto es normal. 

Un ejemplo de debate

SDSP Mark es un claro ejemplo de que la nueva escuela del rap en España puede sonar a la vieja escuela y con calidad. En un momento en el que la popularización del género ha dado pie a un panorama muy diverso, lo cual ha agitado el debate de ¿Qué es rap? ¿Qué no lo es? ¿Era mejor antes que ahora?, artistas de este tipo demuestran que no ha habido un cambio estructural. Lo que hay es una enriquecedora diversificación en la cual todo gusto tiene cabida. 

Es también un ejemplo de la calidad que un freestyler puede desarrollar haciendo música como tal, algo que en nuestro panorama no es tan común por la focalización que hay en las competiciones, pero que sobre todo en Latinoamérica se da mucho. A este respecto, Mark es un ejemplo claro de calidad y buen hacer. Buen indicativo de que ambos espectros aún no están tan separados en nuestro país. 

Sin embargo, hay mucho más allá de esto

Pero decir que SDSP Mark destaca únicamente por este componente de sonido clásico sería desmerecer a este artista. Al cobrar las líricas un papel principal, nos vemos obligados a prestar atención a las temáticas. 

El egotrip es un pilar principal a partir del cual Mark va sacando ramificaciones como si se tratase de un árbol. Una de las temáticas que más nos ha flipado por la sinceridad que destila, es la finalidad del desempeño musical del artista, que es la de vivir de la música. Va acompañada de una crítica sin camuflar contra aquellos que niegan esta intención en su propia música. 

Este tipo de temáticas, sinceras, viscerales, sin miedo a la repercusión en el público, nos parecen siempre destacables. Porque no estamos ante un fardeo vacío, sino ante una declaración de intenciones. Y eso sí que es real. Destaca también la crítica al panorama del freestyle, especialmente al profesional, muy duro y agresivo. Incluyéndose y excluyéndose a la vez de ese mundillo. 

En conclusión, hablamos de un artista que en su estadio profesional, se nos muestra completo, con carácter y con el extra de tener un sonido de lo más classic ¿Qué más queréis?.

 

Profundizando en la música: SDSP Mark y la nostalgia del pasado
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