jueves. 25.04.2024

Álbum o colección de colaboraciones lo sorprendente es el hecho de que este DJ francés haya conseguido dar forma a un álbum alejado del trap glamuroso para incidir en la grasa que se acumula entre los huesos del rap sureño y la piel de aquellos que han alcanzado el mundo pop. De hecho, el primer corte como tal, “Get Me Some More” de Johnny Cinco, podría verse como la destrucción del trap tal cual se está filtrando a los medios. Aquí no hay nada festivo, volviendo al ambiente malsano, repetitivo, ansioso, de una vida que asfixia; totalmente arrítmico, el instrumento de viento va a su bola mientras Cinco escupe las frases con una boca destrozada, casi sin ser capaz de vocalizar y la percusión machaca el sonido como las pastillas para ser mezcladas en un cóctel letal. Incluso el siguiente “Gas”, y a pesar de un mayor convencionalismo en los flows, continúa primando el minimalismo y la atmósfera de horror y malestar corporal, ahora desde la rotura de nervios, donde Yung Nudy no rapea sino verbaliza pensamientos locos fuera de sí, los cuales desembocarán en el penúltimo “Dead People” en prácticamente un ulular fantasmal.

Por si todavía no se ha convencido al sector más reacio a este sonido pueden intentarlo con temas como “Weekend” y su aproximación más cercana al sonido West Coast, como si HoodRich Pablo Juan y Jose Guapo se hubieran dirigido al paraíso californiano quedándose atascados por el camino en mitad del desierto, en una pesadilla que ellos creen que es la de Miedo y asco en Las Vegas. Los arqueólogos del Hip Hop disfrutarán de un crispado “Big Dawg” incapaz de desprenderse del sonido club de la primera década de los dos mil, donde la figura de Lil Wayne todavía era valorada como puente entre dos mundos. Y los amantes de los crossovers encontrarán disfrute en el más europeo “Wow” con la femenina voz de ReddColdHearted repitiendo continuamente el ‘wow’ mientras lucha por que sus párpados no se cierren en una free party llena de suciedad y ácido.

Para los que sí les gusta este género pero prefieren aproximaciones más sencillas de escuchar Brodinski también les ha guardado un trozo del pastel, con temas como “Treat Me Like Gotti” con Yung Booke o el Michael Yereresco “Checcin' Out” de Wicced y B La B; eso sí, tened en cuenta que de ninguna manera vais a poder quitaros de la ropa el olor a crudeza y falta de refinación de este nuevo blues. Quizás música chamánica.

Trabajo de la semana: Brodinski - The Sour Patch Kid
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